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Desarrolla los hábitos correctos

Eran las 6:30 a.m., y Ava buscó su teléfono para apagar la alarma. Una vez más se había quedado despierta más tiempo de lo previsto. Comenzó con una revisión para el examen de algebra del siguiente día, pero para ser honestos, pasó la mayor parte del tiempo desplazándose por la pantalla y chateando con amigos.

Aún somnolienta, encendió su lámpara y comenzó a prepararse para la escuela. Pasó demasiado tiempo eligiendo qué ropa usar, tomó su sudadero favorito y se puso los zapatos; primero el pie izquierdo y luego el derecho. Se lavó los dientes, arregló su cabello y se puso maquillaje. Luego revisó su teléfono para ver lo que se perdió la noche anterior.

Con poco tiempo restante, bajó corriendo las escaleras, tomó una galleta y un poco de café y salió corriendo de la casa para enfrentar el día.

La mayor parte de la mañana, Ava pasó haciendo las mismas cosas que hace todas las mañanas. Sus hábitos la movieron durante la mañana. Algunos de sus hábitos eran buenos: revisar su horario, poner su alarma, cepillarse los dientes. Algunos eran malos: quedarse despierta demasiado tarde, no elegir su ropa antes de acostarse y elegir un desayuno poco saludable. Algunos hábitos, como apagar su alarma y poner los zapatos, eran tan automáticos que ni siquiera pensaba en ellos.

Al igual que nosotros, la vida de Ava está llena de hábitos. Sus hábitos formaron su día y eventualmente formarán su vida y el tipo de persona que será. A pesar del enorme impacto que nuestros hábitos tienen en nosotros, rara vez nos detenemos a evaluarlos y rara vez hacemos el esfuerzo de cambiarlos.

Es hora de asumir la responsabilidad de tus hábitos, tanto buenos como malos. ¡Comencemos!

¿Por qué los hábitos son importantes?

Un hábito es algo que haces regularmente. Por ejemplo, si das un paseo todos los días, entonces dar un paseo es uno de tus hábitos. Los hábitos pueden ser buenos o malos. Cepillarse los dientes regularmente es un buen hábito, pero comer 5 pastelitos todas las noches antes de acostarte es un mal hábito. Lo que haces regularmente, tus hábitos, determinan quién eres. Tu vida en ese momento es la suma de tus hábitos pasados y los actuales. Tu futuro estará influenciado en gran medida por tus hábitos. Y tu salud mental también se ve afectada por tus hábitos.

Los buenos hábitos son importantes, pero a menudo son tus malos hábitos los que te impiden alcanzar tu máximo potencial. Puedes desarrollar todos los buenos hábitos del mundo, pero si sigues teniendo los malos junto con los buenos, tendrás dificultades para alcanzar tus metas. A veces puedes trabajar duro para hacer las cosas que crees que te harán mejor, pero olvidar concentrarte en las cosas que podrían estar saboteando tus esfuerzos para ser mejor, es igual de importante – aún mucho más importante es eliminar los malos tanto como cultivar los buenos hábitos.

¿Cuánto tiempo pasas pensando en tus hábitos? Si eres como la mayoría de las personas, probablemente pasas muy poco tiempo pensando sobre tus hábitos, así que para y piensa sobre tus hábitos en este momento. Pregúntate lo siguiente:

  • ¿Cuáles son algunos de mis buenos hábitos?
  • ¿Cuáles son algunos de mis malos hábitos?
  • ¿En dónde estaré en 5 años si continuo con los hábitos que tengo actualmente?

Las decisiones que hagas hoy y los hábitos que cultives impactarán dónde estarás en 5 años. ¿Estás desarrollando hábitos que te impulsan al siguiente nivel o estás desarrollando hábitos que no te permiten avanzar?

  • Piénsalo: Haz un inventario de tu vida ahora mismo. ¿Cuáles son tus peores hábitos? ¿Podría ser lo que estás viendo en internet? ¿Estás pasando demasiado tiempo en las redes sociales? ¿Estás descuidando el tiempo diario con Dios? ¿Qué hay de tu salud? ¿Estás cuidando tu cuerpo? Escribe tus 3 peores hábitos. De los 3, ¿qué más hábito necesita tu atención inmediata?

Recuerda: Eres tan bueno como tu peor hábito.

¿Qué impide que la gente cambie sus hábitos?

  1. Los hábitos son familiares y cómodos. Son la manera fácil de administrar tu vida. Incluso si sabes que el hábito no es bueno para ti, es muy probable que tome el camino fácil y permanezcas en tu zona de confort.
  2. Miedo. El miedo te dice que es demasiado tarde para cambiar. El miedo dice que ya has tomado tantas malas decisiones que es demasiado tarde para arreglarlo o cambiar de dirección. El miedo nos paraliza. La duda y la vergüenza nos paralizan. Y nos rendimos. Pero, nunca es demasiado tarde para comenzar. No importa dónde estés o lo que hayas hecho, puedes cambiar las cosas para bien.
  3. Luchando por lo nuevo. Un atleta olímpico debe hacer algo más que simplemente creer en su sueño de vez en cuando. Debe continuar desarrollando hábitos que lo empujen hacia su sueño. Debe programar sus rutinas y conseguir un entrenador. Debe correr, sudar y luchar por el crecimiento. Y debe hacerlo una y otra vez. No puedes simplemente decir que vas a comenzar un buen hábito. Debes luchar por ello. Una y otra vez. Y tendrás que dejar algunas cosas viejas atrás para captar lo nuevo.
  4. Desánimo. Muchas personas deciden cambiar un hábito pero se equivocan, se desaniman y se dan por vencidas. Se necesita energía y compromiso para cambiar los hábitos. No se necesita perfección, pero exige absolutamente determinación, incluida la determinación de comenzar de nuevo cuando te equivocas.
  5. Falta de autoevaluación. Algunas personas nunca cambian porque se toman el tiempo y el esfuerzo para mirarse realmente a sí mismas y pensar en cómo están viviendo. Siempre hay espacio para mejorar y crecer, pero esto no puede suceder sin examinar cómo vives y hacer cambios cuando se necesita un cambio.

¿Cómo cambiar un hábito?

Los hábitos pueden funcionar en tu beneficio o en tu contra. Estos son algunos ejemplos de buenos hábitos:

  • Desayunar
  • Lavarse las manos
  • Tomar agua en lugar de sodas
  • Ejercitarse regularmente
  • Leer todos los días
  • Pasar tiempo con la familia y amigos
  • Leer la Biblia y orar todos los días
  • Ir a la iglesia regularmente
  • Buscar lo bueno en las situaciones

Los buenos hábitos son para tu beneficio. Te hacen más feliz y más saludable. Desarrollan tus relaciones con la gente y con Dios.

Estos son ejemplos de malos hábitos:

  • No dormir lo suficiente
  • Pasar mucho tiempo en las pantallas
  • Enfocarse en lo negativo
  • Compararse con otros
  • Procrastinar
  • Saltarse las comidas
  • Comer mucha azúcar
  • Descuidar el tiempo con Dios

Los malos hábitos están en tu contra. Te dañan física, mental y espiritualmente.

Supongamos que quieres cambiar tus hábitos y que realmente quieres mejorar en alguna área de tu vida. ¿Cómo puedes eliminar los malos hábitos e iniciar buenos?

Algunas veces puede parecer que cambiar tus hábitos es imposible. Muchas persona están estancadas en los malos hábitos, repitiendo los mismos errores y no entendiendo por qué no pueden cambiar. Los hábitos son difíciles de romper. Cada vez que lo intentamos y fallamos nos volvemos más desesperados y más críticos con nosotros mismos.

Aquí están las buenas noticias: Cambiar un hábito es definitivamente factible. Solo se necesita algo de conocimiento, algo de esfuerzo y algo de determinación.

Los buenos hábitos se pueden crear y los malos se pueden romper. Hay muchas formas de romper un mal hábito y crear uno bueno, pero la base fundamental para cambiarlo es una persona comprometida al cambio y dispuesta a tomar el primer paso. Solo debes comenzar.

Estos son algunos consejos para hacerlo más fácil:

  • Identifica claramente el hábito que quieres cambiar. Dilo en voz alta. Escríbelo. Escribe las razones por las que deseas cambiar un mal hábito o comenzar uno bueno. Piensa en los cambios positivos que traerás a tu vida al cambiar este hábito. Visualiza el cambio. Visualízate sin el mal hábito o con un nuevo bueno.
  • Los pequeños pasos producen grandes resultados. La parte más difícil de cambiar un hábito es apegarse a él al principio. Para hacerlo más fácil, comience un pequeño paso hacia su objetivo. Por ejemplo, si deseas comenzar a hacer ejercicio, no tienes que unirte a un gimnasio o comprometerte a horas de ejercicio cada día. En su lugar comienza con 5 minutos de ejercicio 5 días a la semana. Comienza con una meta fácil de alcanzar. Después de tener éxito con la pequeña meta, puedes aumentar gradualmente hasta el nivel que deseas alcanzar.
  • Examina tu diálogo interno. Si crees que no eres el tipo de persona que hace ejercicio, e resultará más difícil crear un hábito de ejercicio. Si crees que no eres organizado, no puedes resistirte a los dulces o procrastinador, es posible que te resulte difícil cambiar tus hábitos en estas áreas. Cambia tu diálogo interno y te será más fácil cambiar tus hábitos.
  • No renuncies cuando falles. Cuando te propongas cambiar un hábito, no esperes ser perfecto. Habrá momentos en los que te equivocarás. Todos los que cambian un hábito se equivocan en algún momento. No te sientas culpable cuando cometas un error. No te rindas porque cometiste un error. Reconoce el error y comienza de nuevo. En última instancia, tendrá éxito si no te rindes.5
  • Incluye a Dios en el proceso. Ora sobre los cambios que quieres hacer en tu vida. Encuentra versículos para ayudar a cambio de hábito. Pídele a Dios que te ayude a elegir los hábitos correctos.

Recuerda, no estás cambiando un hábito para complacer a un cónyuge o un jefe. Lo haces porque tú lo vales. Tu vida es importante. Mereces alcanzar tu máximo potencial y hacer cosas magníficas. Y lo estás haciendo porque Dios tiene un plan para tu vida y su plan a menudo requiere que cambiemos. Dios te ama demasiado como para no ayudarte a convertirte en la persona que Él planifico que fueras.

  • Piénsalo: ¿Cuál es ese mal hábito que te gustaría cambiar? ¿Qué pasos puedes tomar para implementar ese cambio?

Un estilo de vida de buenos hábitos

Tu salud mentad se ve afectada por tus hábitos físicos y espirituales. Los hábitos correctos te ayudan con tu salud mental. Es importante que desarrolles hábitos positivos y saludables para tu cuerpo, hábitos espirituales productivos para una relación próspera con Dios.

Hablemos de algunos hábitos físicos y espirituales que no solo mejoran tu salud mental, sino que también tienen un impacto positivo, en todas las áreas de tu vida, incluso en la eternidad.

LOS HÁBITOS FÍSICOS CORRECTOS

  1. Dormir lo suficiente

¿Por qué es importante dormir? El sueño es el tiempo en el que el cuerpo se repara y refresca. Las personas son mucho más propensas a la ansiedad y a los problemas negativos de salud mental cuando están fatigadas o han dormido mal. Los peores momentos para los problemas de salud mental tienen a suceder temprano por la mañana o tarde en la noche.

¿Cuánto necesitas dormir? La mayoría de los expertos en sueño están de acuerdo en que necesitas 9 a 9 ½ horas de sueño cada noche. Esto puede ser aún más de lo que necesitabas cuando tenías 10 años porque los adolescentes experimentan un segundo período de desarrollo cognitivo. Dormir es muy importante para el Desarrollo físico como la maduración del cerebro, los brotes de crecimiento y el aumento de la salud mental y afrontamiento.

 

¿Sabías que Jesús tomaba tiempo para descansar? Tenía un día a la semana dedicado por completo a descansar y adorar a Dios. Y cuando estaba cansado, hizo tiempo para descansar. “Entonces, Jesús dijo: “Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco”. Dijo esto porque había tanta gente yendo y viniendo que Jesús y sus apóstoles ni siquiera tenían tiempo para comer” (Marcos 31:6).

  • Sí Jesús valoró el descanso, nosotros también debemos hacerlo.

¿Cómo puedes descansar más? Estos son algunos consejos que podrían ayudarte a dormir mejor o por más tiempo:

  • Establece horarios regulares para acostarte y despertarte. Trata de seguir esos hábitos incluso los fines de semana o días festivos.
  • Evita la cafeína, la nicotina y el alcohol. Estas sustancias interrumpen el sueño y contribuyen a la inquietud.
  • Apaga todos tus dispositivos 1 hora antes de acostarte.
  • En la medida de lo posible, has de tu dormitorio un buen lugar para dormir. Muchas personas duermen mejor en la oscuridad en cuartos frescos. Si estás en un ambiente ruidoso, un ventilador o máquina de ruido puede ayudar

Has del descanso un hábito. Probablemente te hayas dado cuenta de eso, pero por si acaso no lo has hecho: no eres un robot. Y no estás dotado de superpoderes. Eres una persona única con dones y vocaciones únicas. Dios tiene un plan para tu vida. Pero alcanzar tu potencial y funcionar de la mejor manera significa tomarse un tiempo para descansar. El descanso es un hábito importante para cultivar.

El descanso es algo que el mundo te da como un regalo. Si quieres descansar, debes tomarlo.

  • Desestimamos cuánto bien nos hace descansar verdaderamente. Y también desestimamos cuánto más podemos hacer cuando descansamos de verdad.

Piénsalo: ¿Cuántas horas duermes normalmente? Si es menos de 7 horas, ¿Qué puedes hacer para dormir más?

  1. Haz un hábito el comer saludable
    • No comenzarás a comer saludable accidentalmente. Tendrás que ser intencional acerca de lo que comes.

¿Por qué es importante la nutrición? Eres lo que comes. Esto aplica no solamente a tu cuerpo sino también a tu mente. Más y más estudios científicos muestras una conexión directa entre la dieta y la salud mental. Y esto es particularmente cierto para los adolescentes cuyos cerebros y cuerpos todavía se están desarrollando. Esto hace de la nutrición muy importante en esta etapa de tu vida.

Debido a que una dieta saludable puede prevenir o abordar una amplia gama de desequilibrios emocionales, físico y mentales, lo que comes es muy importante. La buena noticia es que tienes control sobre lo que eliges comer, así como sobre lo que eliges no comer. Esas elecciones afectan a tu cuerpo de inmediato e impactan cómo te sientes durante las próximas 24 horas.

Además, lo que elijas comer hoy afectará tu futuro cuerpo. Seriamente. Tiene sentido establecer buenos hábitos alimenticios ahora. ¿Cómo es una dieta poco saludable? La dieta americana estándar (SAD) se caracteriza por:

  • Baja ingesta de frutas y verduras
  • Alta ingesta de carne, lácteos, grasas y azúcar
  • Alto consumo de alimentos refinados y procesados

La dieta SAD aumenta el riesgo de cáncer, Alzheimer, enfermedades cardiacas, enfermedades intestinales inflamatorias y endurecimiento de las arterias. También afecta negativamente la función renal, la función pulmonar, los niveles de colesterol y los síntomas del asma.

Si has estado comiendo una dieta SAD o cualquier otra poco saludable, no estás solo. Muchas personas están atrapadas en malos hábitos alimenticios. ¡Pero anímate! Al cambiar tus hábitos puedes tener éxito en hacer que tu dieta sea más saludable. Tres hábitos poco saludable para cambiar.

  • Reducir los edulcorantes artificiales y el azúcar procesada. Posible primer paso: Reemplaza tu refresco de la tarde por una botella de agua.
  • Limita las grasas saturadas. Las grasas saturadas se encuentran principalmente en animales. Las grasas más saludables se encuentran en las aceitunas, nueces, aguacates y mariscos. Posible primer paso: Reemplaza la mantequilla por aceite de oliva.
  • Evita saltarte comidas. Tu cuerpo necesita comida y agua de forma regular. Posible primer paso: Cada noche, haz un plan para cada comida para el día siguiente.

Tres hábitos saludables para agregar:

  • Mantente hidratado. Tu cuerpo necesita 48 onzas de agua todos los días para funcionar bien. Posible primer paso: Bebe una botella de agua tan pronto como te despiertes.
  • Come muchas frutas y verduras. Posible primer paso: Incluye una fruta y una verdura en cada comida.
  • Piensa en cuántos comes. Posible primer paso: Encuentra una tabla que te indique cuántas calorías necesita alguien de tu edad y altura.

6https://www.newportacademy.com/resources/empowering-teens/food-mood-nutrition-teen-mental-health/

7 https://anxietycoach.mayoclinic.org/wp-content/uploads/2021/05/Eating-Well-Education.pdf

Los alimentos nutritivos pueden ser deliciosos y convenientes. Con un poco planificación, algunos cambios en sus hábitos y una fuerte determinación de comer bien, puede mejorar su salud general e impactar positivamente en tu salud mental.

Piénsalo: ¿Cuál es el primer cambio que quieres hacer para mejorar la nutrición de tus alimentos? ¿Qué pasos debes tomar para hacer este cambio?

  1. Haz del ejercicios un hábito. La vida puede ser agitada. El trabajo exige una gran cantidad de su tiempo y cuando agrega las tareas domésticas, el cuidado de los niños y todo lo demás que tiene que hacer, parece que no hay suficiente tiempo para hacerlo todo. ¿Quién tiene tiempo para hacer ejercicio?

En realidad el ejercicio es tan poderoso y beneficios que puede ser lo que te permita manejar todas tus otras responsabilidades. Hacer tiempo para ejercitarse todos los días es importante para tu mente, cuerpo y bienestar en general.

Considera estos beneficios importantes del ejercicio (de la Asociación cardiaca americana):

  • Mantiene el peso bajo control
  • Aumenta la fuerza muscular
  • Mejora la habilidad de quedarse dormido rápido y dormir bien
  • Mejora la imagen personal
  • Ayuda a manejar el estrés
  • Lucha contra la ansiedad y la depresión
  • Aumenta el entusiasmo y el optimismo

Los expertos recomiendan de 30 a 60 minutos de movimiento en la mayoría de los días. Esto puede incluir diferentes tipos de actividades como caminar, nadar, montar en bicicleta, jugar tenis o correr. El tipo de ejercicio no es tan importante como pasar tiempo ejercitándote la mayoría de los días.

Los hábitos más importantes de todos: los espirituales

Nada es más importante que tu relación con Dios. Nada. Sí, la forma en la que vives en esta tierra importa, pero nada en la tierra es más importante como dónde pasas la eternidad. Y nada te ayuda más en tu vida diaria como una relación sana y personal con Dios.

Estos son los tres hábitos espirituales esenciales para desarrollar y a los que aferrarse como que tu vida dependiera de ellos. Así son de importantes:

  • Lee la Biblia todos los días. Esto es muy importante. El Dios que creó el universo y quien también te creó a ti elige revelarse a ti a través de este libro que cambia la vida, la Biblia. Explica el corazón de Dios para las personas, cómo quiere que vivas, cómo ser sabio y cómo descubrir la alegría. Es un modelo para conocer a Dios, para vivir bien y para pasar la eternidad en el cielo. Puedes ver que la Biblia es muy importante, así que aparta tiempo todos los días para leer la Biblia, incluso si son solo 5 minutos. Si eres nuevo en la lectura de la Biblia, encuentra una traducción que puedas entender (NVI o NTV son buenas) y comienza en el libro de Juan. No te arrepentirás del tiempo que pasarás leyendo la Biblia.

 

  • Ora todos los días. La oración no tiene que ser algo formal y elegante. Es solamente tu hablando con tu Padre celestial. Si no estás seguro de cómo orar, puedes orar el Salmo 23 o el Padre Nuestro (lo encuentras en Mateo 6:9-13). Estos ejemplos de oración son un excelente ejemplo para seguir. Por supuesto, siempre puedes usar tus propias palabras. Puedes decirle a Dios cualquier cosa. Dios quiere saber por qué estás agradecido, qué te preocupa, cuáles son tus esperanzas y tus sueños, qué dolor o problema estás experimentando. Díselo todo a Dios. Y asegúrate de estar callado y escuchar lo que Dios quiere decirte. ¡Puede que te sorprendas!

 

  • Asista a la iglesia regularmente. La iglesia es donde aprendes acerca de Dios, haces amigos que creen lo que tú crees y encuentras un lugar para servir a los demás. Hay una iglesia por ahí que necesita lo que tienes para ofrecer tanto como tú necesitas lo que ellos tienen para dar. La iglesia es donde encuentras tu lugar en la familia de Dios. Elija una iglesia que enseñe la Biblia, asiste a ella regularmente y encuentra una manera de involucrarte y servir en la iglesia. Sé parte de algo más grande que tú mismo, sé parte de la iglesia de Dios.

Ahora es momento de considerar otros tres hábitos que pueden enriquecer tu vida y acercarte a Dios.

  • Escucha música de alabanza y adoración. Claro, tienes música que te gusta, pero lo más probable es que no alimente tu espíritu ni profundice tu relación con Dios. La música de adoración hace ambas cosas. Escuchar música que glorifica a Dios enfoca tu mente en el reino de Dios. De hecho, muchas personas encuentran que la música de adoración alivia la preocupación y la ansiedad. La música de adoración alimenta tu espíritu y te conecta con Dios. Agrega algo de música de adoración a tu lista de reproducción.

 

  • Medita en la Biblia. Meditar es solo reflexionar en algo. En este caso, significa pensar en algo que lees en la Biblia. Por ejemplo, Romanos 8:28 dice: “Y sabemos que para los que aman a Dios todas las cosas obran para bien…” Leer ese versículo una vez es genial, pero pensar en ello durante el día es aún mejor. Cuando piensas en el versículo, tus temores se vuelven más pequeños, tu fe se hace más grande y creces espiritualmente.

 

  • Busca formas de hacer la diferencia. Nunca eres más como Jesús que cuando estás ayudando a otra persona y haciendo la diferencia en tu vida. Busca maneras de mostrar amabilidad o de satisfacer las necesidades. Hay personas en tu comunidad que podrían usar algo de ayuda. Cuando ayudas a otra persona, tus propios problemas parecen más pequeños, haces la vida de otra persona un poco más fácil y traes gloria a Dios Es un ganar-ganar.

Transformación sobrenatural

¿Alguna vez te has preguntado por qué no has cambiado tus hábitos? ¿Por qué sigues comiendo donas cuando sabes que no deberías? Si te resulta difícil cambiar, definitivamente no estás solo.

En Romanos 7:19, el apóstol Pablo dijo: “De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. 20 Y, si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que habita en mí.”  ¿Te suena familiar? Era cierto en los tiempos bíblicos y sigue siendo cierto hoy en día. Pablo continúa diciendo que es sólo a través de Jesús que él hace el bien en lugar del mal. Sin la ayuda de Dios, ninguno de nosotros puede hacer el bien que queremos hacer o abstenerse de hacer el mal que no queremos hacer.

Por eso es tan importante hacer que sea un hábito leer la Biblia y orar todos los días y asistir a la iglesia regularmente. Una relación próspera con Dios hace que sea mucho más fácil adquirir buenos hábitos nuevos y duraderos y eliminar hábitos viejos y poco saludables.

Filipenses 4:13 dice: “Todo lo puedo en Cristo quién es que me fortalece”.

Al pensar en elegir los hábitos correctos y romper los hábitos incorrectos, recuerda que Dios se deleita en la transformación.

Piénsalo: ¿Pasas tiempo a solas con Dios? ¿Es tu relación con Dios tu prioridad? O ¿está Dios al fondo de tu lista y lo incluyes cuando tienes suficiente tiempo?

Conclusión

Nadie quiere ser la causa de su propio fracaso en la vida, aunque a menudo lo somos. Es nuestra propio pensamiento inepto, nuestros propios malos hábitos los que arrancan la vitalidad de la vida.

  • Tus propios malos hábitos pueden ser tu peor enemigo.

Pero no tiene que ser así. Al desarrollar buenos hábitos y eliminar los malos hábitos, continuamente te acercas cada vez más a la vida vibrante que Dios ha planeado para ti.

En 2 Corintios 13:5 Dios nos dice: “ Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos…Puedes hacerte chequeos regulares en el dentista o en el médico. Es igual de importante examinar tu vida. ¿Has caído en algunos malos hábitos? ¿Has estado dejando escapar algunos buenos hábitos? Revísate regularmente para asegurarte de que tus hábitos te estén moviendo en la dirección correcta.

Así es como la Biblia describe al pueblo de Dios:

Dichosos los que saben aclamarte, Señor,
y caminan a la luz de tu presencia;
los que todo el día se alegran en tu nombre
y se regocijan en tu justicia.
Porque tú eres su gloria y su poder;
por tu buena voluntad aumentas nuestra fuerza.
Tú, Señor, eres nuestro escudo;
tú, Santo de Israel, eres nuestro rey.

-Salmo 89:15-18

Esa es la vida que Dios ha planeado para ti; bendecida, rebosante de alabanza, encantadora, disfrutable y llena de la vitalidad del mismo Dios. Qu[e tan bien sucede esto depende en gran medida de las elecciones que hagas y los hábitos que cultives.